domingo, 21 de diciembre de 2014

Monumento Natural Islote de Halcones




El pasado viernes realizamos la Ruta del Litoral desde El Golfo hasta la playa de El Paso. Las luces del atardecer nos permitieron realizar fotografías espectaculares. Una de ellas, se transformó en una majestuosa visión panorámica del Islote de Halcones. Esta instantánea nos ha motivado a explicar un poco la importancia y particularidad de este Monumento Natural situado dentro del Parque Nacional de Timanfaya.

El Monumento Natural de Islote de Los Halcones, cuenta con protección ambiental desde el 9 de agosto de 1974, momento de la creación del Parque Nacional de Timanfaya, al encontrarse incluido en él. Está incluido en el catálogo de Este Monumento Natural se encuentra identificado con el código L-7, en el Anexo de Reclasificación de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias, tiene la consideración de Zona Especial Protección para las Aves (Z.E.P.A.) y desde 2001, está incluido en la lista de Lugares de Interés Comunitario (L.I.C.).

La denominación de islote, viene dada por ser una pequeña isla de estructura geológica antigua, envuelta de lavas recientes, que le dan apariencia de pequeña isla en un mar de lavas.  Su origen data de las erupciones de la Serie III, producidas en Lanzarote en un periodo comprendido entre los 50.000 y los 780.000 años, durante el Pleistoceno-Holoceno. Se trata de un cono freatomagmático en forma de semicírculo. Las erupciones históricas del sur de Lanzarote, denominadas del Timanfaya (1730-1736) sepultaron bajo sus coladas las erupciones antiguas, exceptuando las que quedaron al aire debido a su altura, que en este caso, en su cota máxima, tiene 103 m.s.n.m. En este caso concreto, las coladas de lava venían de Montaña Rajada. 

El Islote de Los Halcones, está protegido porque alberga estructuras geomorfológicas representativas de la geología insular en buen estado de conservación y contiene elementos naturales que destacan por su rareza o singularidad y tienen interés científico especial. Aun habiendo huellas antrópicas, su aislamiento, al encontrarse rodeado de lavas con un actual escaso suelo orgánico, ha permitido un desarrollo biológico especial, por lo que la evolución de la flora y la fauna de este lugar difieren del resto. El uso antrópico fue especialmente motivado por el pastoreo y el tránsito de personas, accediendo desde la pista que une la cercana Montaña de Juan Perdomo con la Playa del Paso. Actualmente, el acceso al Islote está prohibido según el Plan de Usos de este Monumento Natural, aunque son autorizables ciertas actividades, básicamente científicas. 

La singularidad del lugar, hace que se hayan preservado las especies allí existentes de forma especial. Las comunidades en ese aislamiento han provocado una forma de reproducirse y evolucionar diferente a una zona de la misma antigüedad, pero sin ese mar de lavas alrededor. Además, las alteraciones producidas por el hombre y el pastoreo, hace años que dejaron de afectar. 

Entre la flora más destacable, encontramos la representativa del tabaibal dulce con orientación al norte, tales como la Tabaiba Dulce (Euphorbia Balsamifera) y la Tabaiba Salvaje o Mora (Euphorbia Regis-Jubae). La variedad de especies incluye numerosas posibilidades, pero en cuanto a endemismos insulares se refiere: el Bejeque de Malpaís (Aeonium lancerottense), la Vivorina de Lanzarote (Echium lancerottense), o el Saladillo Blanco (Polycarpaea nívea); compartidos con Fuerteventura: la Esparraguera Majorera (Asparagus nesiotes ssp. Purpuriense), la Lechuguilla de Risco (Crepis canariensis), la Jarilla Lustrosa (Helianthemum thymiphyllum), El Coranzoncillo de Lanzarote (Lotus lancerottensis), El Cardomanso de Bolle (Volutaria bollei);  y como endemismos canarios: Esparragón (Asparagus arborescens), El Picopajarito Costero (Kickxia sagittata) o la Pataconejo (Polycarpaea divaricata).  Y  como viene siendo habitual en todo el territorio insular, el Bobo (Nicotiana glauca) y la Aulaga (Launaea arborescens).

En cuanto a la fauna, encontramos especies en todas las clases. Hay mamíferos por contaminación antrópica, como el Gato Cimarrón, el Perro Doméstico o la Cabra. Otros la rata, el erizo moruno o el ratón, o endémicos como la Musaraña (Crocidura Canariensis). En cuanto a las aves, el Guirre o Alimoche  (Neophron Percnopterus Majorensis) ha sido detectado, también el Halcón Peregrino, la Lechuza, el Cernícalo o la Aguililla. Abubillas, Vencejos,, Camachuelos, Alcaudones, Currucas tomilleras o Cuervos, son otras de las aves presentes en el Monumento. Finalmente, y sin entrar en los insectos, destacaremos dos reptiles también presentes en el Islote: el Lagarto de Haría (Gallotia Atlántica) y el Perenquén (Tarentola Angustimentalis).
En definitiva, nos encontramos en un verdadero oasis o isla de biodiversidad de casi 11 hectáreas, dentro de un mar de lava.

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